Aquel lugar que calienta mi corazón
desde mi niñez, donde están las personas
que puedo llamar familia.
Todos los días miró sus rostros y siento
seguridad cuando estoy en mi hogar.
No podré pagar todo lo que me han dado
en esta vida, pero intentaré esforzarme al
máximo aunque tenga mis propios defectos.
Para mi madre, que siempre estuvo allí
para protegerme del sol y la lluvia desde
mi nacimiento cuando fui indefenso.
Ahora me toca a mí proteger quién
alguna vez se puso delante de mí para
defenderme y convertirme en su escudo.
También para mi padre que no se olvidó de
mí como otros, siempre me tuvo en su corazón
pasó a visitarme en mi hogar cada vez que tuvo
el tiempo para ello.
He aprendido que el hogar es la familia que
quiero, no la casa en la que te criaste.
No olvidaré todo aquello que se me ha
dado a pesar de no ser digno de ello.
Atesoraré los recuerdos antiguos y los venideros,
si llegase a olvidarlos solo tengo que hacer unos nuevos.