Cada persona tiene ese algo especial a su manera tienen sus propias aptitudes y cualidades.
Formas de pensar curiosas, extrañas, peculiares o malas, hay de todo por así decirlo, incluso aquello que no te imaginas.
Esa variedad enriquece la cultura de distintas maneras y cambia el rumbo del mundo como una pequeña bola de nieve que cae desde una montaña nevada, claro está que su tamaño también depende desde la altura en la que se creó.
Todo comienza desde el nacimiento y luego pasa a su crecimiento, todo influye en ello desde su entorno hasta las personas que con él o ella se ha relacionado.
En un momento en su vida específico es donde esa pequeña criatura elige de quien aprender y con eso definirá todo su futuro y de ahí difícilmente no se apartará.
Tal vez llegue a tener bondad en su corazón o quizás un corazón frío y apesadumbrado ¿Qué podría salir? Nadie lo sabe con certeza.
Las personas consideradas normales son aquellas que viven dentro de una burbuja, es lo que podemos representar como su zona de confort o sus límites, no piensan más allá de lo que les han dicho desde pequeños y siguen la corriente de la sociedad como un banco de peces, si eso será su ruina o no dependerá de su suerte.
Si no buscan ellos mismos aprender del funcionamiento de las cosas, me temo que solo vivirán en ignorancia toda su vida, eso significa que tomarán lo bueno como malo o lo malo como bueno según la corriente del mundo.
No reflexionar acerca de sus errores y de las cosas por las que están pasando o están viviendo ¿No es eso algo aburrido dejarse llevar por lo que hacen los demás?
Hacer las cosas que los demás hacen solo porque una figura representativa la ha hecho, solo ese mero deseo de querer ser parte de algo los hace más fáciles de manipular y exprimir sin ser conscientes de ello o tal vez no les importe como a muchos.
Pero eso es solo lo que se llega a ver a simple vista, después de todo una gran parte tiene conciencia de esto mismo y simplemente se apartan de los demás.
Solo es que las personas ignorantes suelen destacar más que aquellos que se enfocan en adquirir sabiduría y conocimiento debido a que tontamente se abalanzan de lleno contra el peligro y quieres, son más sabios aprender de ellos.
¿Pero quién no desearía solo olvidar todo y vivir una mentira?, es lo que es.
No hay que juzgar a nadie por su portada y tampoco molestarte con ellos por su arrogancia e hipocresía, no fue su culpa ser como son sino la de sus padres, pero tampoco hay que culpar al padre por el pecado del hijo.
Penoso es ver como algunas personas pueden llegar a corromperse por cosas tan efímeras como las riquezas pueden tener ojos, pero no ver su verdadera forma.
Todas las cosas que fueron creadas por nosotros no tienen la culpa, independientemente cuál sea su propósito, sino de aquel que las usa, es solo un dicho, pero algo que debe ser aclarado.
Muchas personas conscientes de eso solo ven la oportunidad de utilizar esas cosas para causar aún más daño del que ya originalmente podía haber causado.
Es tan molesto tener que escribir estás cosas que ya muchos lo saben, pero no se ponen a pensar en ello por su simple ignorancia.
¿Acaso vuestra conciencia no les dice que está mal? Claro que es así, pero procedes de todos modos por ese sentimiento satisfactorio que después de haber hecho mal sentir un sentimiento efímero de confort por no haber sufrido un castigo.
El mundo a simple vista es como un hermoso fruto, deseable a la vista y que parece ser bueno para comer pero con un sabor amargo.
Todo cambió por uno solo y así todo será cambiado o fue cambiado por uno solo, quizás sea como la ley de causa y efecto.
Si hay una causa habrá un efecto al igual que una fila de dominós que caen a una velocidad rápida y constante.
Olvídate por un momento de todo aquello y solo mira hacia al cielo, siéntate apaciblemente y aprecia la belleza, las obras de las manos de Dios.
La vida es simple y corta como la lluvia torrencial nace en la tierra, luego sube al cielo para así descender de nuevo hacia la tierra, un ciclo de nacimiento, vida y muerte.
Cada ser vivo es solo el reflejo de una pequeña gota de agua insignificante que vive en aquel ciclo que se repite incontables veces, desde los días postreros hasta los venideros.